El 17 de agosto de 2013 empezó en el Cinqueta como una jornada de encuentro, de celebración del río, un día soleado en el Pirineo, que, de pronto, se convirtió en un día maldito que todos desearíamos que nunca hubiera ocurrido.
Había muchos piragüistas en el río compartiendo ese descenso, amigos y familiares en las orillas, muchos testigos que no pudieron hacer nada por intuir o evitar lo que iba a suceder.
En un momento del descenso, Agustín salió del kayak y cayó a nado por un salto. Desapareció de nuestra vista con la peor fortuna posible, yendo a parar a una trampa sumergida de la que no había salida.
Se nos fue dejándonos una horrorosa sensación de impotencia y de dolor.
Agustín García nació en León y comenzó a remar muy pronto, a los diecisiete años, primero en pista, para luego formar parte del primer grupo de piragüistas que empezó a descender las aguas bravas de la península. Desde entonces, los ríos han sido su vida.
Los conocía muy bien y los amaba, los de su tierra, también los de Galicia, Asturias, Portugal, Gredos, Pirineos y los de otros lugares del mundo... Con más de treinta años dedicados a su pasión, Agustín tenía muchos amigos. Su desaparición ha sido un golpe atroz para todos, y particularmente difícil de asumir para los más cercanos, aquellos que compartían vivencias con él desde hacía muchos años atrás.
En estos momentos tan sumamente dolorosos, desde el Club Kayak Rioja queremos expresar nuestra unión muy especialmente a su compañera Marta, a su familia, a sus amigos y a todas las personas que han sufrido la desaparición de Agustín.
No te olvidaremos, amigo.